domingo, 16 de mayo de 2010

Historia Nuestroamericana desde la perspectiva de la Revolución Bolivariana Eloy Reverón



La Historia de Nuestroamericana se contempla como un conflicto entre un grupo que ha implantado y reformulado un modelo de sociedad; y otro sector, que al ser excluido se resiste a ese modelo. De esta manera, la Historia de la Resistencia es la historia de todo ser humano que se opone al coloniaje, a la mentalidad colonialista, a la discriminación, y a la exclusión social.

Esta última Historia encuentra resistencia en aquella historia que nos relataron como un cuento para adormecer la conciencia revolucionaria y resignarnos a la sumisión colonial a través de una fantasía romántica que cuenta con más emoción que investigación, “lo libres y lo independientes que somos”. Todo incluido en el relato de las vidas héroes para quienes algo tan abstracto como la Libertad, estaba por encima de algo tan concreto y tangible como la justicia social. Encubriendo siempre que no habíamos alcanzado la independencia integral de la cual habla el Comandante.

Comenzamos desarrollando la teoría de la Revolución Bolivariana desde la Resistencia Indígena porque ellos fueron los primeros que se resistieron rechazando el modelo de sociedad colonial implantada, porque aquellos nativos, los habitantes originales del Continente que después de iniciado el saqueo se le llamó América quedaron al margen de la existencia, al menos que se incorporaran como sirvientes. Simón Rodríguez advirtió con mayúsculas que más atención nos merecía un INDIO que OVIDIO.

Se hizo necesario un discurso cínico, un conjunto de sofismas que permitieran cubrir de eufemismos a todas las atrocidades denunciadas en el Sermón de Montesinos, protohistoria de la Teología de la Liberación. De hecho hubo un desconocimiento que a nivel coloquial, es casi absoluto de que en Abi Ayala existían culturas que tenían cerca de veinte mil años de experiencia socialista (socialismo utópico según los manuales soviéticos), y se les conoce como culturas preamericanas, o precolombinas. Hoy son los pueblos indígenas. Autodenominados: In dia ni dad. De donde se inspiraron por cierto, los teóricos del llamado socialismo utópico.

Aunque los europeos no fueron ni los únicos, ni tampoco los últimos que invadieron a otras civilizaciones en nombre de ideales altruistas como la fraternidad cristiana, la libertad, y la democracia, los imperios han enviado sus mercenarios al encuentro con malinches locales, quienes le suman su apoyo. Fue de este lado del Atlántico donde tuvo éxito la última cruzada de la cristiandad, promovida por el capital de los reinos medievales que después se identificaron con el sustantivo Europa, al salir de la periferia para ubicarlos en el centro de una nueva relación de poderes emergentes.

La América inventada por Europa, viene de una Europa hecha con el botín capturado en América, conformando esta realidad hecha presente a finales del siglo XV y se puede apreciar con claridad que aún se mantiene en pleno proceso, si utilizamos los instrumentos de análisis adecuados para percibirlo.

Es necesario trascender el pensamiento hegemónico que considera la historia dividida en trocitos, como capas arqueológicas superpuestas unas sobre otras, para suspender el hilo primordial de la dominación. Explica la Conquista como un período histórico cerrado por una realidad colonial concluida como una realidad colonial que aparentemente cerrada con una etapa de guerras emancipadoras que nos llega al presente como una lucha por la libertad, surgida por la necesidad de libertad, donde el valor de la libertad estaba por encima de la vida donde el fin de una guerra por la misma libertad que nos hizo dueños de nuestro destino, en resumen, la historia con la misma estructura de un cuento de hadas. Elaborada con el objeto de liberar las pulsiones psicológicas del sufrimiento de varias décadas de sangre y fuego pretendiendo ocultar las verdaderas motivaciones de una explosión social.

Desde este lado del Atlántico se concibe de otro modo, sobre todo cuando disponemos de una óptica propia, aquella que parte de los filósofos autóctonos quienes nos explican con nuestras propias palabras, y sobre todo que parten desde nuestra propia realidad y con los instrumentos teóricos elaborados y probados en nuestro propio campo.